2013 – Severa campaña en Argentina por renovación parlamentaria.

di Dante Ruscica

Buenos Aires – SE DEBATE LA POLITICA DE CRISTINA KIRCHNER – Elecciones primarias y obligatorias el 11 de agosto, en vista de las elecciones parlamentarias fijadas para el 27 de octubre.

No está en juego la sucesión presidencial: el mandato de Cristina Kirchner vence en 2015, dentro de dos años. Formalmente, estas son elecciones para la renovación parcial del Parlamento, las llamadas elecciones de mitad mandato…

Sin embargo,  se ha desencadenado una campaña electoral muy encendida a lo largo de todo el país con una confrontación que evidencia inevitablemente  – aunque no se exprese abiertamente – el interés fundamental de los  competidores: para cada  grupo se trata, más que nada, de la prueba general de las elecciones presidenciales de 2015, como se vio con la “fiebre” altísima· manifiesta ya en la etapa de la selección de candidatos.
Pero en concreto, se está debatiendo la política nacional, llamando en causa lo actuado – en dos mandatos consecutivos – por Cristina Kirchner, a quien la normas actuales no permiten la segunda reelección y por lo tanto, la sucesión en 2015 será inevitable y hay que prepararse. De esto  se trata, aunque alrededor de la “presidenta” no faltan grupos y voces favorables a una reforma constitucional que podría permitir la llamada “re-reelección”, tan contrastada por la oposición que de ninguna manera quiere conceder a Cristina un tercer mandato…
El milagro para el gobierno sería en octubre un fuerte aumento de su representación parlamentaria, en cuanto sólo una mayoría de dos tercios podría favorecer la tentación de una reforma constitucional para marchar hacia el tercer mandato. Con la mayoría “cristinista” actual la reforma no es posible.
De aquí que la discusión de esta campaña haya comenzado con tan severas polémicas  entre las distintas tendencias, con lapidarias acusaciones de corrupción hacia el gobierno y persistentes denuncias de incapacidad operativa para la oposición, muy encarnizada y muy dividida.
La confrontación se hace especialmente significativa y contundente en Buenos Aires y provincia – el distrito electoral que comprende casi el 40% del electorado – donde la mayoría gubernamental se ve enfrentada inclusive por más de un partido de su mismo origen peronista. El “kirchnerismo” no consigue en realidad – como se sabe desde su inicio- una general aceptación de todos los peronistas y esto genera, en cada cita electoral, la aparición de frentes y corrientes que combaten al gobierno también desde su interior.
A Cristina y a su gobierno se reprocha especialmente un exceso de intransigente autoridad, corrupción en distintos niveles de gestión y la  sistemática falta de diálogo con la opinión pública, además de una política económica muy proteccionista que lleva a un gasto público insostenible, no generando inversiones de relevancia y deteriorando constantemente las reservas, en un contexto de creciente inflación.
El desafío fundamental de estas elecciones reside, por lo tanto,  en la posibilidad de un resultado – por ahora parece muy improbable – de un aumento de la mayoría parlamentaria “cristinista” tal que aliente la reforma para la “re-reelección”   y,  por el otro, que surjan fuerzas ( y figuras) capaces de abrir en el país  perspectivas nuevas para la sucesión de 2015.